Bañada por el caudaloso río Miño y numerosos manantiales de agua termal, Ourense es un tesoro escondido en el corazón de Galicia. Un lugar para disfrutar de un baño caliente al aire libre en cualquier época del año y descubrir el encanto de una ciudad con más de dos mil años de historia. La tercera ciudad más grande de Galicia es conocida por sus aguas termales, que aquí se disfrutan de una forma única. A orillas del Miño, en plena naturaleza, o en instalaciones inspiradas en los onsen japoneses, termas como Outariz, Chavasqueira o Muíño da Veiga son lugares pensados para desconectar de la rutina a través del baño, mimando el cuerpo y la mente.
El agua es la mejor excusa para descubrir el encanto y la belleza de Ourense. En las fuentes de As Burgas también es posible disfrutar del baño en su terma, tal y como lo hicieron, en el mismo lugar, los primeros romanos que fundaron la ciudad. Se encuentra en pleno centro histórico, un intrincado laberinto de calles y plazas que se despliega alrededor de la Catedral de San Martiño, templo románico iluminado por los colores de su espectacular Pórtico del Paraíso. Merece la pena pasearlo con calma, dejando que la historia salga a nuestro encuentro: entre soportales, pazos, fuentes y cruceiros se esconden los secretos del Ourense medieval, barroco o modernista. Acogedora como pocas, Ourense ha sabido combinar su patrimonio termal y monumental con un comercio de calidad y una amplia programación cultural, que hacen de ella una ciudad dinámica y amable. Imprescindible es su tradición gastronómica, una cocina honesta y comprometida con el producto fresco en la que reina el pulpo á feira: cuesta resistirse a probarlo en su animado ambiente de tapeo, acompañado siempre por alguno de los vinos autóctonos, de los que la provincia reúne hasta cuatro denominaciones de origen.
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